Ernesto Sitamul
Es cierto que todos tenemos derecho al trabajo, pero
los derechos no son ilimitados, ni absolutos.
En el caso de las ventas informales o callejeras, hay normas municipales
que deben aplicarse, porque se llevan a cabo en el espacio público, el cual debe deben
regular las municipalidades, según el Código Municipal. El espacio público está
conformado por calles y avenidas, parques y plazas.
Durante el foro público de Asociación IXIM, con
candidatos a la alcaldía de Antigua Guatemala, el Arq. Armando Mendoza mencionó
que entre sus prioridades estaría “recuperar” el espacio público, el cual lo
dividió en dos: el primero lo situó en calles, avenidas, plazas y parques de la
ciudad, y, el segundo lo redujo al área del mercado municipal.
Fíjese usted que recuperar significa rescatar algo que
se ha perdido, o está en ese proceso. O sea, el espacio público en Antigua
Guatemala se ha perdido paulatinamente. Y los responsables de esa transformación
degradante son:
§ La Municipalidad de los
últimos 15 años, por ineficiente y por no aplicar las normas respectivas.
§ Los vecinos, por ignorar esta
realidad, convirtiéndose, a veces, en defensores de los vendedores callejeros,
quienes han generado un caos creciente en la ciudad.
El otro espacio público perdido, por ahora, es el del
mercado municipal. Aquí el problema es mayor, porque el caos existe dentro y
fuera del mercado. En el ingreso por la 4ª calle poniente, parece que a su
gusto los vendedores se están comiendo el espacio público, al grado que un día
cercano la comuna se verá obligada a cerrar el ingreso de vehículos.
Ordenar y regular el espacio público es competencia
del gobierno municipal y no colisiona con el derecho al trabajo, ni con la
libertad de empresa. Tanto los derechos como la libertad no son absolutos, ni
son ilimitados. Es necesario conciliar derechos y obligaciones dentro del marco
del respeto a la ley.
El Manzanillo, San Lucas Sacatepéquez, 19 de noviembre
de 2015.