Idoneidad: la tarea ciudadana
de evaluar a los candidatos
El
sábado 27 de octubre de 2018 se realizó en las instalaciones del Palacio de los
Capitanes Generales de Antigua Guatemala, la décima segunda sesión del
diplomado de Asociación IXIM “Normas Electorales y Participación Ciudadana”,
con el tema Idoneidad de candidatos,
el cual estuvo a cargo del Dr. Luis
Fernando Mack.
De
entrada, el sociólogo y politólogo, Luis Fernando Mack, expuso que la idoneidad
es un tema complejo. Una buena parte de la ciudadanía exige candidatos nuevos,
pero es contradictorio que esa misma ciudadanía no se involucre en los partidos
políticos. Se exige voto informado, pero mucha gente es indiferente a la
situación de su comunidad o del país. Se reclama combate al clientelismo, pero
hay ciudadanos que reciben -gustosos- regalos en láminas o materiales de
construcción de parte de los candidatos.
Eres tú, ¿un mañoso?
La
crisis derivada de los escándalos de corrupción en el gobierno del Partido
Patriota en 2015, llevó al extremo el desgaste de los partidos políticos y, por
consiguiente, de las prácticas políticas desde el poder público. El
desprestigio es de tal magnitud que a la política se la asocia con negocios
sucios, con aprovechamiento de los cargos públicos en beneficio propio; por
ello, hay ciudadanos que piensan dos veces meterse a política.
Una vez, dijo el
expositor, un amigo le contó a su familia que quería ser candidato a diputado.
El asombro cundió en la reunión; tomó la palabra la esposa, diciéndole casi en
tono de reclamo: tú tienes buenos principios, o eres tú, un mañoso.
Este
caso es frecuente en la sociedad guatemalteca, y tiene grandes implicaciones cuando
se trata de luchar por la transformación del sistema político. Se produce una
suerte de ecuación perversa, en el sentido que quienes detentan el poder no
quieren cambios (todo está bien para sus intereses particulares), mientras los
que no tenemos el poder queremos los cambios.
Otra
arista de esa ecuación es que, quienes participan en política son los que
invierten, los que miran la política como un negocio, pero la gran pregunta es:
¿De dónde
sale el dinero para financiar los partidos políticos? La respuesta es compleja, porque el sistema
político guatemalteco es financiado mayoritariamente con recursos privados, los
cuales están en el ojo del huracán, porque prácticamente han cooptado las
instituciones del Estado. La democracia tiene un costo, el cual debe asumir la
ciudadanía; de lo contrario, los financistas privados ocupan su lugar.
Los
partidos políticos han perdido credibilidad y confianza en los electores. El
expositor mencionó, de acuerdo con el Latino barómetro, que mide la confianza
ciudadana en estas organizaciones, que en 2016, el 67.3% de los entrevistados
respondió que no tenía ninguna confianza en los partidos. Solo el 3% respondió
que tenía mucha confianza en estos grupos.
El mito: votar por el
menos peor
El
expositor hizo una lectura de la idoneidad de candidatos, desde una perspectiva
no legalista (lo que establece la Constitución y la Ley de Probidad), sino más
bien desde el activismo social y la exigencia de los votantes. Un problema es
que los ciudadanos suelen votar, estimulados por una especie de urgencia o
esperanza, especialmente cuando hay una crisis como la ocurrida en 2015, en la
que se insertó la frase “No te toca”, a propósito del desaparecido mito de que
el candidato presidencial que perdía en la segunda vuelta, ganaba en la
siguiente contienda electoral.
Existe
también el llamado voto de castigo “o efecto espuma”. A respecto, Mack afirma:
Por segunda vez en 30 años,
ocurrió un descalabro del candidato que se creía ganador.
La insatisfacción, voto de
castigo, y lo que se podría llamar la lógica del menos peor
volvió a actuar, demostrando la
débil estructura y arraigo partidario.
Algunas claves para buscar
la idoneidad
1.
La ciudadanía
tiene una alta responsabilidad en la búsqueda de cualidades de idoneidad en los
candidatos que a va elegir. El expositor menciona un conjunto de acciones (Evaluando
Candidatos: una difícil ecuación), donde los ciudadanos deben intervenir acuciosamente, porque está en juego el futuro de su comunidad o de su país. La
evaluación de los candidatos debe tomar en consideración:
2.
Su trayectoria
profesional (logros-desafíos enfrentados).
3.
Su trayectoria
intelectual (su programa de trabajo, sus promesas, si son viables, o son populistas).
4.
Su experiencia en
la Administración Pública (si conoce el manejo del Estado, o va a llegar a
aprender en el cargo).
5.
Su disposición al
diálogo y calidad humana (no solo en campaña, sino en su vida profesional y
personal).
6.
Su trayectoria de
servicio a la comunidad.
Es
lamentable que a la hora de votar, los ciudadanos no analicen al candidato, en
función de si es un líder democrático, o un líder autoritario; el interés
ciudadano debe centrarse en el programa de trabajo, y no en el candidato, como
suele ocurrir.
Además de averiguar cómo
es el líder o candidato, los ciudadanos deben conocer quiénes son sus
colaboradores y sus financistas de campaña.
A
los candidatos también se les debe exigir transparencia y rendición de cuentas
desde los actos de campaña electoral.
En
el cierre de su intervención, Luis Fernando Mack, concluyó: ¿Por qué nos
inclinamos por candidatos considerados “los menos malos”? Porque posiblemente
nuestro patrón de búsqueda sea el malo.
Antigua
Guatemala, 31 de octubre de 2018.