Retos del sistema de consejos de desarrollo post pandemia
Tener esperanza en que el sistema de consejos de desarrollo para impulsar la reactivación económica viene a ser una ilusión riesgosa, si se toma en cuenta el reiterado bajo nivel de ejecución presupuestaria anual. Suena alentador, pero es poco realista, lo expuesto por el Presidente Alejandro Giammattei en la reciente reunión del Consejo Nacional de Desarrollo Urbano y Rural.
La
baja ejecución presupuestaria tiene grandes repercusiones en el desarrollo de
la población, especialmente en el nivel base de la pirámide del sistema, o sea,
en el municipio, por medio de los consejos comunitarios. Aquí hay un grave
problema político y de sentido común. Siempre que asume un nuevo alcalde,
descabeza los principales funcionarios de la administración municipal, entre
ellos, los de la Dirección Municipal de Planificación (DMP). A lo anterior, se
agrega que los nuevos funcionarios no necesariamente son personas idóneas, sino
que llegan por amiguismo con el alcalde, o porque son impuestos por los
financistas de campaña. Por tanto, existe un enorme riesgo de que los proyectos
priorizados para el municipio no sean técnicamente formulados, generando
consecuencias lamentables, como por ejemplo, que los mismos no sean tramitados
con la celeridad deseada a nivel de la Dirección Ejecutiva de los Consejos
Departamentales de Desarrollo (Codede).
Este círculo vicioso no es nuevo. Generalmente ocurre cada cuatro años, cuando hay cambio de corporación municipal. Por ello, algunas autoridades municipales, como el alcalde de Salcajá y Presidente de la Asociación de Municipalidades reconocen esta situación. Por su lado, un experto en asuntos municipales, Edy Cifuentes, confirma que este problema es añejo. O sea, existe un problema político, reconocido por los propios actores, lo que resulta ofensivo a los intereses de la población que sigue tolerando la mezquindad y el amiguismo para nombrar funcionarios ineptos.
No entiendo por qué el foro público de municipalismo, donde participan la Segeplan, la Secretaría Ejecutiva de la Presidencia, el Instituto de Fomento Municipal, entre otras, no se han preocupado de inducir cambios relevantes o condicionantes a los alcaldes dentro del proceso de preparación de expedientes de proyectos. Por ejemplo, la Dirección Ejecutiva de los Codedes NO debería admitir expedientes incompletos, con falta de estudios de impacto ambiental y otros avales de ministerios de Estado. En algunos casos también se detienen obras multianuales, por supuestas irregularidades, como ocurre en la construcción del edificio para el Centro Universitario sancarlista de Sacatepéquez, según lo expuesto por el alcalde Esmit Hernández, quien volvió a la guayaba edil de San Antonio Aguas Calientes. Una pequeña muestra de la pobre ejecución presupuestaria en los Codedes la ofrece Prensa Libre. A mediados de 2018, de los Q2 mil 107 millones 334 mil 721 presupuestados, solo el 4% de los fondos se habían ejecutado; situación que obligaría a que varias obras quedaran como arrastre para el año siguiente, o, en el peor de los casos, perder valiosos recursos que van a parar el famoso “fondo común” de la Tesorería Nacional.
Sin decirlo abiertamente, el Presidente Alejandro Giammattei, reconoce la baja calidad de desempeño de los Codedes en la ejecución presupuestaria, cuando comenta que le ha pedido al Banco Interamericano de Desarrollo, que “no solo apoye con créditos, sino que pueda destinar recursos para pagar salarios de cuatro equipos de trabajo que se encargarán formular los proyectos en la forma correcta. Esa situación dolorosamente dramática, porque los recursos que no se invierten a tiempo, o que van a parar al fondo común, son oportunidades perdidas para la población. Esos cuatro equipos posiblemente son obra de las brillantes mentes incubadas en el centro de gobierno. Llegar a ese extremo significa reconocer y convivir con la incompetencia en las oficinas municipales de planificación y de los funcionarios de los Codedes. Yo me pregunto: ¿qué hacen tantos especialistas en las instituciones de gobierno vinculadas a las municipalidades? Estoy de acuerdo que los consejos comunitarios de desarrollo tengan serias dificultades técnicas para elaborar proyectos, pero para eso se supone que están los especialistas de las municipalidades.
Cuando
las corporaciones ediles se den su lugar, ejerciendo sus derechos, posiblemente
puedan nombrar funcionarios de planificación idóneos, con lo cual saldrían
ganando los consejos comunitarios de desarrollo y, por consiguiente, los vecinos
necesitados. La misma exigencia debe pedirse a los técnicos de los Codedes.
Antigua
Guatemala, 3 de octubre de 2020.