La ciudadanía no es solo tener
DPI, sino ejercer sus derechos y deberes
Ernesto Sitamul
Me he quedado sorprendido, hasta cierto punto, que haya ciudadanos-as que lleguen al extremo de desvalorizar el contenido y la importancia de la participación ciudadana, como una vía para contribuir al desarrollo local. Me sorprende aún más, que esto ocurra en una comunidad rural, como la aldea La Rinconada, en el municipio de Jocotenango, departamento de Sacatepéquez. De acuerdo con una encuesta realizada por estudiantes universitarios[1], hubo opiniones distintas, y algunas encontradas en torno al tema.
En
la página 49, se registran los datos tabulados, con base en las respuestas a
una pregunta relacionada con la importancia de la participación ciudadana. Un 2% dice que
no es importante, 3% poco importante, 17% parece inseguro, indeciso, y su
respuesta asignarle un valor regular (por debajo de la media) y un 5% afirma
que sí es importante. No obstante, en otra pregunta, el 30% de los
encuestados cree que la falta de participación ciudadana NO afecta el
desarrollo local. Sin embargo, en otra pregunta 17% respondió que el desarrollo
de la comunidad se debe a la participación ciudadana. También hubo un 25% que considera
que el desarrollo alcanzado se debe a la gestión de proyectos que realiza el
Consejo Comunitario de Desarrollo (Cocode).
Puesto que el
Cocode representa a la aldea, la participación de los vecinos o residentes, sea
en la Asamblea Comunitaria (que elige) o en el Órgano de Coordinación o
directiva, es deseable el apoyo de la mayoría de la población. Para ello debe
haber comunicación de doble vía: del Cocode a los vecinos y a la inversa, para
que de esa interacción, dinámica y estructurada, se identifiquen las
necesidades y problemas, que ameritan buscar soluciones ante las autoridades
municipales, o dentro de la propia comunidad. A este respecto es positivo que
el 21% de los encuetados haya respondido que los vecinos están unidos. Hay un
dicho popular de que la unión hace la fuerza, pero eso conlleva que haya
comunidad de intereses. Y como lucha de contrarios, no faltó un 5% señalando la
falta de unidad.
Los
autores recogieron la afirmación de que la participación ciudadana en La
Rinconada ha disminuido, como consecuencia de acciones politicas. Éstas son
cometidas por candidatos a la alcaldía de Jocotenango, quienes dividen a los
vecinos, cuando les dan regalos o les hacen ofrecimientos clientelares en
campaña electoral, con tal de conseguir el voto. Aunque sostengo que la participación
ciudadana es una acción esencialmente política, se debe diferenciar de la
política partidista. No debe verse con malos ojos que un dirigente de Cocode
sea candidato a un cargo en el gobierno municipal, en cuyo caso debe renunciar
o alejarse temporalmente del cargo comunitario. Porque como afirma
el refrán popular: no se puede servir a dos amos.
Del
estudio realizado por los estudiantes landivarianos cito con mis palabras dos
de sus conclusiones: 1) la falta de interés y valoración positiva hacia la
participación ciudadana, y 2) la fractura del Consejo Comunitario de Desarrollo
de La Rinconada. Aunque el estudio no lo menciona, yo puedo afirmar que es debido
a la colisión o desencuentro entre intereses político partidistas y los de la
aldea. O sea, la presencia de política clientelar.
También
se mencionan recomendaciones. Por un lado, dar charlas sobre importancia de la
participación ciudadana (en mi opinión, darle enfoque de equidad de género, poniendo
énfasis en las mujeres y la juventud) y, por otro, fortalecer al Cocode (se
entiende que un Cocode, que funciona bien y que cuenta con el respaldo activo
de los vecinos), podrá tener un desempeño satisfactorio, en beneficio de la
comunidad. Imagen tomada de Google
Xocotenango, 25 de agosto de 2021.
[1]
Un grupo de estudiantes de la Universidad Rafael Landívar, sede Antigua
Guatemala, llevó a cabo su Estudio de Seminario (Noviembre de 2018) relacionado
con gestión de riesgo de desechos sólidos, previo a optar el diploma de Técnico
en Trabajo Social.