Retos para 2022
Ernesto Sitamul
Sobre la palabra reto, Dice la Real Academia Española, “objetivo o empeño difícil de llevar a cabo, y que constituye por ello un estímulo y un desafío para quien lo afronta. A partir de esa palabra escribo un texto con 12 retos o desafíos que me atrevo a citar para las y los ciudadanos guatemaltecos involucrados e interesados en el desarrollo de Guatemala. Entendiendo por actores involucrados todos aquellos funcionarios y empleados públicos, incluyendo los municipales, y por interesados me refiero a aquella ciudadanía que toma conciencia y participa en asuntos de interés colectivo desde fuera de la administración del gobierno central o municipal.
Para
entender los retos inherentes a la función pública,
cabe
citar que la Constitución de la República establece
lo
que general son los tres organismos del Estado, que
dan
forman al Estado, constitucional y democrático.
Ellos
el organismo ejecutivo, el parlamentario o legislativo y el judicial.
El
estado se organiza para velar y alcanzar el bien común de sus habitantes.
En
el caso específico del presidente de la República, él representa la unidad
nacional.
Es
decir, no representa al partido que lo postuló al cargo, tampoco representa
solo a sus electores. O sea, el mandatario representa al pueblo en su
diversidad.
Lo
mismo se les atribuye a los alcaldes.
La
Constitución dice que los funcionarios públicos solo pueden hacer lo QUE LA LEY
LES MANDA.
En
cambio, para el caso de las y los ciudadanos, la Constitución expresa que éstos
pueden ejecutar todo lo que la ley no les prohíba.
Termina
el año 2021 con un extendido divisionismo y polarización social y política.
Extendido, porque este proceso se inició desde 2017, especialmente, cuando el
anterior gobierno se unió a lo que se llamaría #PactoDeCorruptos para bloquear
la persecución institucional y legal, que se había iniciado en contra de la
corrupción e impunidad.
El
año que finaliza también está marcado por la pandemia del Covid-19, que sigue
afectando la salud y la economía en todo el mundo. Solo en Guatemala, ha habido
desde que comenzó la pandemia más de 627 MIL contagiados y más de 16 MIL
fallecidos.
Esta
pandemia también ha provocado un aumento de las desigualdades sociales y
económicas; incluso, políticas, pues algunas disposiciones gubernamentales han
restringido derechos individuales y colectivos, afectando la débil democracia.
A esto se suma la cooptación del Congreso, a través de una alianza criminal,
que encabeza el partido oficial con un grupo de diputados aliados. La pérdida
de pesos y contrapesos en la administración de justicia (incluyendo el
funcionamiento del Ministerio Público, la Corte de Constitucionalidad y el
Tribunal Supremo Electoral), ha generado desconcierto y desconfianza de la
ciudadanía.
Con
este panorama, enfrentaremos el año 2022, con grandes retos, de cuyos
desenlaces dependerá el futuro del país: rescatar las instituciones democráticas
o la continuidad del deterioro. “Cara o cruz”. Estos retos cruzan competencias
y actitudes de los funcionarios públicos y municipales y de la ciudadanía
consciente y participativa.
1)
Si el presidente
de la República representa la unidad nacional debe desmarcarse de los “personajes” corruptos que lo tienen
encerrado de su burbuja. Solo así podrá responder a las necesidades del pueblo.
2) Giammattei debe elegir un abogado INTACHABLE para
nuevo Fiscal General de la República, que sea leal a la Constitución y no a los
financistas políticos. Debe abrir la lista de candidatos al escrutinio de la
ciudadanía.
3) Giammattei NO debe interferir en el proceso de
selección de candidatos a la Contraloría General de Cuentas, que será electo
por el Congreso. Debe haber apertura y transparencia.
4)
Los diputados de
la Comisión de Derechos Humanos, constituida en una especie de Comisión de
Postulación, deben seleccionar a los mejores candidatos para Procurador de
los Derechos. Esa actitud comienza por abrir el proceso al
escrutinio público.
5)
El pleno del
Congreso de la República tiene la obligación de dar ejemplo de sometimiento al imperio de
la ley, eligiendo a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia
y Corte de Apelaciones. Los actuales magistrados llevan MÁS DE DOS Años SIN
CUMPLIR EL MANDATO CONSTITUCIONAL de elegir a sus sucesores.
6)
Los diputados que
tienen el control del Congreso deben reabrir los espacios de diálogo y debate
democrático antes de aprobar nuevas leyes, las cuales deberían responder a
temas de interés general para el pueblo de Guatemala.
7)
El Tribunal
Supremo Electoral debe actuar con estricto apego a la Ley Electoral y la Constitución,
a la que deben lealtad. Si aplican la ley, como debe ser, se podrán
ganar la confianza y credibilidad de la población.
8)
El Tribunal
Supremo Electoral debe ser contundente en CANCELAR
PARTIDOS POLÍTICOS que han infringido normas relacionadas con
financiamiento privado, considerado el PECADO ORIGINAL DE LA DEMOCRACIA.
9)
El Ministerio
Público y la Contraloría General de Cuentas deben cerrar filas para castigar
todo ilícito que implique corrupción o ABUSO DE AUTORIDAD en el uso de los
recursos públicos. En año preelectoral, ambas instituciones deberían diseñar
una estrategia conjunta para detectar y evitar el uso indebido de tales recursos,
en beneficio de funcionarios públicos, diputados y alcaldes, que buscan
su reelección, o que aparecerán como “salvadores mágicos del pueblo”.
10) La
ciudadanía, especialmente organizada, debe desarrollar acciones de auditoría
social, ejerciendo su legítimo derecho de acceso a la información pública, para identificar prácticas indeseables en el uso de
los presupuestos municipales. Los alcaldes municipales pueden aprovechar el año
preelectoral para hacer lo que no hicieron en los primeros dos años de gestión,
para tratar de ganar adeptos. Hay que poner el ojo en el MILLONARIO gasto de dietas por
sesiones que se recetan alcaldes, síndicos y concejales, al amparo de la mal
entendida AUTONOMÍA MUNICIPAL.
11) Cientos de
consejos comunitarios de desarrollo deben salir de su apatía y condescendencia
con los alcaldes, para exigir
informes detallados de obras, los cuales deben presentar cada cuatro meses en
el Consejo Municipal de Desarrollo. Los informes que han venido presentando no
reúnen las características necesarias para la comprensión de la población.
12) El
último reto es general. Para los gobernantes, incluyendo alcaldes municipales,
que actúen con estricto apego a la Constitución y las leyes, y que se conformen
con ganar lo estipulado en las normas. No hacer negocios sucios. Porque como
dice el expresidente de Uruguay, Pepe Mujica, el político que quiere hace
dinero DEBE RENUNCIAR a irse al mundo de los negocios. Porque la política, bien
entendida, por supuesto, para SERVIR al pueblo. No para servirse de él. Y para
la ciudadanía, el reto es que dejen su comodidad, su confort, para
comprometerse a cumplir y ejercer sus derechos deberes ciudadanos.
De lo contrario, esa ciudadanía será responsable de
permitir que Guatemala definitivamente caiga en las garras de la dictadura
institucional y del crimen organizado. Este reto también es para los llamados
partidos de oposición y algunos de los que están proceso de formación.
Guatemala se juega su futuro en el próximo proceso electoral, pero las amenazas
ya las tenemos encima. Por lo tanto, el reto de luchar y combatir la vieja
política corrupta y autoritaria es a partir de enero de 2022. Foto tomada de Google.
Aldea El Jocote, 31 de diciembre de 2021.