Peligros que entraña la judicialización de las elecciones

 

Elecciones Generales 2023

Las y los electores dieron una lección histórica al statu quo

Ernesto Sitamul[1]

El cansancio y malestar de la ciudadanía contra la clase política gobernante, quedó demostrado en las elecciones generales del 25 de junio de 2023. No obstante, la contundencia del mensaje cívico, los políticos que tienen cooptada o controlada la institucionalidad pública se resisten a aceptar los resultados.

La primera lección

Las y los electores se expresaron contra el sistema político imperante, por medio del voto nulo, que alcanzó más del 17% de los votos emitidos. Si a este porcentaje se le suma el voto en blanco, alcanza casi el 25%

Segunda lección

Los candidatos presidenciales del pacto de partidos que controlan el poder fueron abiertamente castigados en las urnas. La candidata de la UNE fue la excepción, ganando con un poco más del 15% de votos válidos emitidos.

Tercera lección

El voto consciente alteró el mapa electoral, con el resultado sorpresivo de que el candidato de Semilla pasaba a la segunda elección presidencial, con más del 11% de los votos válidos emitidos.

El proceso electoral se ha visto empañado por acciones de judicialización, desde el principio, con la proscripción de tres candidatos presidenciales, a los que se les aplicó caprichosa o casuísticamente la ley. Ahora, son los candidatos y partidos perdedores los que interponen recursos en contra del resultado de las votaciones. Primero fue la Corte de Constitucionalidad la que ordenó el 30 de junio realizar una “segunda” audiencia de revisión de escrutinios” o resultados.

Una vez cumplido ese proceso (4, 5 y 6 de julio), el pasado viernes 7, una disposición de la CSJ impide que el Tribunal Supremo Electoral pueda oficializar los resultados de las elecciones generales. Es curioso que dicha resolución solo esté firmada por la presidenta de ese organismo. 

Coincidencias relevantes

Las acciones judiciales en contra de las elecciones han generado un ambiente de incertidumbre y hasta de miedo, porque lo hecho por partidos y candidatos perdedores podrían ser señales peligrosas de que se esté fraguando una especie “moderna” de golpe de Estado.

Algunas cuentas serias y confiables en redes sociales, con sobrada razón, señalan el hecho de que los magistrados de la CSJ y Corte de Apelaciones sigan en sus cargos, casi cuatro después de haber concluido el período constitucional para el que fueron electos. Esto sucede con la complacencia descarada del pacto de diputados que domina a su sabor y antojo el Congreso de la República.

A pesar de todo lo dicho, ciertas coincidencias a favor de respetar la voluntad popular, son alentadoras, aunque es necesario que los discursos o declaraciones públicas se materialicen con mayor contundencia en contra del “torpedeo” judicial a las elecciones.

*Cámaras empresariales como la de Industria, la del Agro y la de Comercio, coinciden en demandar al Tribunal Supremo Electoral y al sistema de justicia que den certeza a la población de que la segunda vuelta electoral se llevará a cabo el 20 de agosto próximo, como lo manda la Ley Electoral y de Partidos Políticos.

*Las primeras en reaccionar ante las maniobras judiciales fueron las organizaciones de sociedad civil, el consejo de los 48 CANTONES de Totonicapán, el Consejo de los Pueblos de Occidente (CPO), las alcaldías indígenas de Huehuetenango y de Sololá, y el Foro Guatemala, entre otras.

*En el mismo sentido se han pronunciado las misiones de Observación Electoral de la Unión Europea y de la Organización de Estados Americanos (OEA), así como la MOE-Gt, que agrupa a unas 10 organizaciones de sociedad civil guatemalteca, entre ellas, la Asociación Diálogos y Acción Ciudadana.

Suspender el amparo provisional

El consejo de los 48 cantones de Totonicapán fue el más contundente al presentar un memorial ante la Corte de Constitucionalidad, para demandar que suspendiera el amparo provisional otorgado a nueve partidos, por medio del cual se obligó a una segunda audiencia de revisión de resultados. También una delegación de los 48 cantones se reunió con los magistrados del TSE, donde plantearon sus preocupaciones por la judicialización de las elecciones, y que se garantice la elección presidencial del próximo 20 de agosto.

Mientras el TSE no oficialice los resultados de las elecciones generales, los dos candidatos que pasaron a la segunda vuelta tienen prohibido realizar acciones de campaña electoral, lo que en alguna medida afecta los objetivos de los contendientes.

El entorpecimiento judicial a los resultados electorales, no solo debilita aún más a las instituciones públicas, sino que las deslegitima. La consecuencia, menos electores en la segunda vuelta -lo cual no sería novedoso, según datos históricos-, pero quien gane la presidencia tendría un bajísimo respaldo popular. 

Antigua Guatemala, 9 de julio de 2023. Imagen tomada de Google.

 

 

 

 

 



[1] Opinión personal. Ha trabajado en medios de comunicación social, promueve la educación cívica para contribuir al desarrollo local, por medio de la participación ciudadana. Es socio fundador de Asociación Ixim.