Preocupación internacional por la extrema judicialización de las elecciones.

Por si hay segunda elección presidencial

Ernesto Sitamul*

Más o menos así se tituló un editorial el medio digital LA HORA, reflejando la turbulencia, incertidumbre, tensión y temor, que marca y rodea el proceso electoral 2023, de cara a la segunda elección presidencial programada para el 20 de agosto, en la que solo compiten los dos binomios presidenciales más votados en los comicios generales de junio pasado.



Con base en el diccionario de la lengua española, turbulencia conlleva una situación turbia y agitada; la incertidumbre es la duda de que algo ya previsto, como la segunda vuelta electoral, se pueda realizar. Las acciones judiciales en contra del proceso electoral también generan un clima de alta tensión social y política, ya suficientemente cargado de polarización y hostilidad. Las citadas acciones también siembran temor entre miembros de los órganos temporales, como las juntas receptoras de votos, juntas municipales y departamentales, y la propia magistratura del TSE, al grado que está considerando pedir medidas cautelares a su favor.

Nunca, en la historia de 37 años de retorno a la democracia, había ocurrido algo semejante.

El resultado que encendió las alarmas

Hasta antes de las elecciones generales, el pacto de corruptos, que tiene el control del poder, no contaba en su imaginario con el pase del Movimiento Semilla a la segunda elección presidencial, lo cual alteró el mapa electoral. Fue entonces, que se activó, desde el Ministerio Público, una vieja denuncia de 2019, por supuesta falsificación de firmas en los listados de afiliados a dicho partido.

Por su lado, los partidos aliados en el pacto comenzaron a vender la hipótesis de fraude, y con un amparo favorable de la Corte de Constitucionalidad, obligaron al Tribunal Supremo Electoral a repetir las audiencias de revisión de escrutinios o resultados, a cargo de las juntas electorales departamentales. A los amparistas les salió el tiro por la culata.

Lo que pretendía el pacto de corruptos

Volarse al partido Semilla, y crear condiciones leguleyas para subir a la segunda vuelta electoral al candidato gobiernista, en cuyo caso, el terreno estaría allanado para conseguir una victoria ante el binomio de Sandra Torres, conocida por su amplio antivoto.

El MP, sin seguir el cacaraqueado “debido proceso” y violentando normas constitucionales, consiguió una resolución judicial que ordenó al Registro de Ciudadanos, del Tribunal Supremo Electoral, la CANCELACIÓN de la personalidad jurídica de Semilla.

Pero esta desventurada arremetida leguyesca se logró detener por un amparo provisional que otorgó el tribunal constitucional a favor de Semilla, que garantiza su participación en la segunda vuelta electoral.

El clamor porque se respete el voto

Las acciones y maniobras judiciales fueron rechazadas por la ciudadanía, con diversas formas de protesta. Organizaciones de sociedad civil, autoridades indígenas, tanques de pensamiento, iglesia católica y cámaras empresariales, exigen que se respete el voto popular, expresado en las urnas el pasado 25 de junio.

En el mismo sentido se han expresado misiones de observación electoral de la Organización de Estados Americanos -OEA- y de la Unión Europea -UE-, así como la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos. En fin, la comunidad internacional está preocupada por las amenazas que acechan sobre el estado de la democracia en Guatemala.

La magistrada presidente del Tribunal Supremo Electoral, Irma Palencia, habló por videoconferencia en la asamblea permanente de la OEA, convocada específicamente para aprobar una resolución sobre Guatemala. Ella fue contundente cuando expresó que está profundamente preocupada por la judicialización de las elecciones y de lo que pueda pasar después de la segunda elección presidencial. Ésta es una advertencia muy seria.

Acciones que siembran temores

Después de allanar con violencia y prepotencia la sede del Departamento de Organizaciones Políticas del TSE, para secuestrar el flamante expediente de Semilla, el Ministerio Público consiguió una resolución de un juez penal, que ORDENABA la captura de la Directora en funciones del Registro de Ciudadanos, a pesar que ese cargo goza del derecho de ANTEJUICIO. Por lo tanto, esa resolución era y es ilegal. Insistir en esa tropelía, es algo perverso. El titular de esa dependencia ya se encuentra en el exilio, siendo la expresión más cruda de la forma como se comporta el MP y algunos jueces pro impunidad.

Y para seguir abonando a la incertidumbre y la tensión política, el MP acaba de solicitar al Tribunal Supremo Electoral, información de los DIGITADORES contratados, para lo cual dejó un plazo improrrogable de cinco días.

En estas condiciones de acoso e incertidumbre, no sería de extrañar que, en la víspera de la segunda vuelta electoral, también se le exija los datos de todos los integrantes de las 24 mil 427 Juntas Receptoras de Votos. Inimaginable, ¿verdad? Pero puede pasar.

¿Se respetará la voluntad popular?

Ésta es la gran incógnita. La ciudadanía consciente y ahora el TSE deberán estar en guardia para luchar a brazo partido contra las maniobras ilegales, antidemocráticas y corruptas. Se debe exigir el respeto del resultado y a la transición democrática, prevista en la Constitución para el 14 de enero.

A la firme determinación de los guatemaltecos, será valioso el apoyo de la comunidad internacional y de las misiones de observación electoral para EVIDENCIAR todo lo que atente contra el Estado de Derecho y el régimen democrático. Imágenes tomadas de Google.

Antigua Guatemala, 30 de julio de 2023.

*Opinión personal del autor, Ernesto Sitamul, periodista, y promotor de la educación cívica, desde la Asociación para el Desarrollo Local IXIM (2004).