Sin renuncias, persiste crisis e incertidumbre

Falta de finiquito, riesgo para electos

Ernesto Sitamul[1]

Las amenazas contra la democracia guatemalteca persisten. Allí están todavía, como el dinosaurio en el cuento más corto de Hispanoamérica, de Tito Monterroso. Ni las protestas de calle, ni los bloqueos de carreteras, en el marco del paro nacional, iniciado y convocado por los alcaldes comunales de los 48 cantones de Totonicapán, han logrado remover la conciencia de tres funcionarios del sistema judicial, a quienes la ciudadanía guatemalteca demanda su renuncia, por los atropellos cometidos en contra de la democracia, en particular de las elecciones generales, el Tribunal Supremo Electoral y el partido Movimiento Semilla.

Los tres actores antidemocráticos, calificados así por Estados Unidos de América, también están criminalizando a ciudadanos voluntarios que participaron en juntas receptoras de votos y juntas electorales.

Debido a la criminalización que sufre el proceso electoral, desde su inicio, uno tiene que preguntarse qué va a pasar después del 31 de octubre, cuando legalmente termine el proceso electoral, salvo que, a última hora, el pleno del tribunal electoral disponga extender el período electoral hasta el 15 de enero de 2024.

La pregunta se justifica porque el Ministerio Público, la Fiscalía Especial Contra la Impunidad  (Feci) y el juez séptimo de lo penal, ya dieron señales inequívocas de querer eliminar del mapa político al partido del presidente electo, cuando entre la primera y segunda vuelta electoral, el citado juez emitió una resolución que ordenaba despojar de su personería jurídica a Semilla y que se anulara la elección de sus candidatos. No obstante, una resolución de la Corte de Constitucionalidad ordenó que Semilla debía participar en la segunda vuelta de la elección presidencial, para respetar la voluntad popular.

Bajo esas circunstancias, y presiones judiciales, el Director General del Registro de Ciudadanos emitió una resolución que despojaba de la personería jurídica a dicho partido, pero el pleno de magistrados la dejó en suspenso, hasta el 31 de octubre.

Ese clima de incertidumbre jurídica persiste, incluso, la dirigencia del partido ganador de la elección presidencial, así como diversos sectores de la sociedad, han expresado que el objetivo de las acciones judiciales pretenden anular las elecciones e impedir la toma de posesión del binomio ganador, integrado por Bernardo Arévalo, presidente electo, y Karin Herrera, vicepresidenta electa.

El tribunal constitucional deber ser contundente y consistente en sus resoluciones, para dar confianza, tranquilidad y certeza jurídica a la ciudadanía, y enviar un mensaje inequívoco de que nada ni nadie puede modificar los resultados oficiales, dados por el Tribunal Supremo Electoral.

A este respecto, la Corte de Constitucionalidad resolvió el 7 de octubre pasado, un amparo provisional (otorgamiento A PREVENCIÓN de la protección interina) a un grupo de abogados, encabezado por Édgar Ortiz Romero[2]. Dicha resolución previene a 12 funcionarios e instituciones públicas, para que ejecuten las acciones de su competencia, en orden de garantizar el proceso de transición y toma de posesión de todas las autoridades electas. Según se desprende del expediente 6175-2023), el amparo es en contra de los siguientes funcionarios y órganos públicos:

·         Presidente de la República de Guatemala, Alejandro Giammattei

·         Ministro de Relaciones Exteriores, Mario Búcaro

·         Ministro de Gobernación, David Napoleón Barrientos (renunció), o quien esté en funciones)

·         Director General de la Policía Nacional Civil, Edwin Manfredo Ardiano

·         Congreso de la República de Guatemala

·         Junta Directiva del Congreso de la República de Guatemala

·         Tribunal Supremo Electoral

·         Fiscal General de la República, Jefe del Ministerio Público, María Consuelo Porras Argueta

·         Fiscal de Sección a cargo de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI) Rafael Curruchiche

·         Fiscales de la FECI

·         Fiscal Regional Región Cuatro Nororiente Zacapa del Ministerio Público, Cinthia Monterroso

·         Juez «A» del Juzgado Séptimo Fredy Orellana.

En mi opinión, en la lista anterior debería figurar la Contraloría General de Cuentas, por ser la institución que extiende la flamante Constancia Transitoria de Inexistencia de reclamación de cargos, también conocida como FINIQITO. Está claro en la Ley de Probidad, que sin este documento, ninguna autoridad electa puede tomar posesión del cargo.

La palabra TRANSITORIA es clave. Equivocadamente algunos afectados, en su momento, argumentaron que su finiquito tenía vigencia de seis, lo cual ha sido negado por la Contraloría. Al no tener temporalidad el finiquito, puede haber sorpresas en la toma de posesión no de los funcionarios electos.

Si un caso de este tipo se presentase en el Congreso con un diputado electo de Semilla, ya conocemos la forma autoritaria con que la directiva, que responde a dictados de Giammattei, procedió a desconocer la bancada Semilla, con base en una resolución irregular del flamante juez séptimo penal, violando los derechos constitucionales de esos diputados.

Santa Ana Huista, 24 de octubre de 2023. Foto, tomada de Prensa Comunitaria, red X


[1] Opinión personal. El autor ha trabajado de periodista en prensa escrita, radio y televisión. Es socio fundador de Asociación Ixim, que realiza proyectos de educación cívica para el desarrollo local, por medio de la participación ciudadana.

[2] Publicación de lahora.gt, encontrado en: https://lahora.gt/nacionales/la-hora/2023/10/07/cc-ampara-a-abogados-para-garantizar-toma-de-posesion-de-autoridades-electas/