El país de
incumplir las leyes
Ernesto
Sitamul
Las normas jurídicas, comenzando por la Constitución de la República, están encaminadas a garantizar el bien común, en condiciones de respeto y dignidad a los habitantes de un país o comunidad. Por eso, la importancia de que esas normas sean aprobadas, luego de un proceso de socialización con liderazgos e instituciones afectadas o interesadas.
Sin
embargo, en Guatemala se ha llegado a extremos de incumplimiento de leyes y
reglamentos disposiciones específicas y ordenanzas municipales, lo cual solo
abona a cimentar una especie de cultura de ilegalidad (anticultura), por lo que
las relaciones entre gobernantes y gobernados se vuelven más complejas. Y esto
es aún más grave, porque el comportamiento de los adultos constituye el espejo
o referente de conducta para las actuales y futuras generaciones.
Cuando el incumplimiento de las leyes se vuelve normal en la conducta de los funcionarios públicos, estamos frente a un serio problema para la gobernanza de la sociedad en general y de los vecinos del municipio en particular.
Los
malos ejemplos abundan. Pero solo me referiré a algunos relacionados con el
medio ambiente. Los científicos han determinado cinco causas principales del
calentamiento global de la tierra, entre las cuales
figuran RESIDUOS, como las aguas negras o los desechos sólidos como la basura.
Y
a pesar de ello, cada dos años se ha venido postergando esa tarea, con la
complacencia de distintos gobiernos. Este año se volvió postergar, ahora con la
complicidad de la Corte de Constitucionalidad, otorgó amparo provisional a la
Asociación Nacional de Municipalidades. El pasado 30 de mayo, los alcaldes
tenían la obligación de entregar estudios diagnósticos sobre el tratamiento que
darán a las aguas negras de su municipio.
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Otro caso que también involucra a los alcaldes es el Acuerdo Gubernativo
164-2021, que dio vida al Reglamento para la gestión integral de los
residuos y desechos sólidos comunes. Desde el año pasado (2023) tenía que haberse
iniciado la clasificación secundaria de la basura y conexos, pero por intereses
políticos, Giammattei pospuso el inicio de esta etapa a febrero de 2025.
Pero se corre el riesgo de volver a incumplir. No existe información disponible al público sobre el estado actual de los preparativos que tendrían que estar haciendo las municipalidades. Para dar certeza a este proceso, cada municipalidad debe emitir un reglamento.
Jocotenango,
un pequeño municipio de menos de nueve kilómetros de territorio, todavía no
cuenta con dicho instrumento legal. Los vecinos que pagan el servicio de
extracción de basura domiciliar NO están clasificando su basura en orgánica e
inorgánica, y tampoco los empresarios de la recolección de basura se los están
exigiendo.
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En Antigua Guatemala, un reglamento sobre la materia fue aprobado en la sesión
del concejo municipal, con fecha 3 de octubre de 2018, según Acta No. 88-2018
(Resol. UAI No. 186-2024), durante el período de la alcaldesa Susana Asensio,
pero nunca se publicó en el diario oficial, por lo tanto, no está vigente. Pero
en esa época todavía no existía el Reglamento de clasificación de basuras, el
cual data de 2021.
En
cambio, el siguiente alcalde, del Pozo Coronado, incumplió su responsabilidad,
con la venia de síndicos y concejales.
Ahora,
quien le sucedió en el palacio municipal, Asturias Sueiras, tampoco ha
hecho nada en favor de la clasificación de los desechos sólidos comunes, por lo
menos hasta mediados de junio de 2024, pues cuando pregunté por el reglamento
municipal, la Unidad de Acceso a la Información solo me proporcionó uno que fue
aprobado en 2018, pero que no cobró vida jurídica.
Estos
dos casos son muestra de que las autoridades municipales lucen insensibles ante
el acelerado deterioro del medio ambiente, pero también lo son los vecinos (consejos
comunitarios de desarrollo y organizaciones de sociedad civil) quienes no
ejercen sus derechos, demandando a los alcaldes que hagan su parte.
A
manera de conclusión
1.
Al paso que caminan las
administraciones municipales, es muy probable que, en materia de clasificación
de la basura, por enésima tendrá que postergarse la clasificación secundaria.
2.
La situación actual es desastrosa,
porque ahora mismo ni siquiera se está clasificando la basura en orgánica e
inorgánica.
3.
Conozco el proceso que está llevando
a cabo el jefe de la Unidad de Gestión Ambiental (UGAM) en Jocotenango. Está
por concluir la elaboración del proyecto de Reglamento Municipal, el cual será
socializado con dirigentes de los siete consejos comunitarios de desarrollo y otros
actores locales, para luego elevarlo a consideración del Concejo Municipal, por
medio del jefe edil.
4.
En este proceso también deberían
estar involucrados los concejales Alejandro Nistal y Víctor Coroxón,
quienes integran la comisión que atiende el tema ambiental, así como los
empresarios de la extracción de basura.
Xocotenango, 16 de junio de 2024. Imagen de google, con fin ilustrativo.